Fotografía y memoria
- Diana Andrade
- 22 nov 2015
- 2 Min. de lectura
"La memoria no guarda películas, guarda fotografías." Milan Kundera.
Parece como si la memoria de cada uno de nosotros y la del mundo estuviese constituida por cada una de las fotografías que se encuentran ya sea en la web, en álbumes, en rollos… esto nos muestra un infinito universo de instantes captados desde realidades distintas, locaciones diferentes, encuadres y miradas. La fotografía a parte de hacer memoria, también es un influenciador de la mirada, de manera que según el encuadre en el que esta sea tomada orientará hacia algún sentido sea positivo o negativo dependiendo de la situación y contextualización.
Lo que nos queda claro hoy en día es como la fotografía en la actualidad es un elemento casi indispensable en la vida de todos, ya que por medio de ella se evidencia la necesidad del hombre de retratar todo los que le rodea, de manera que exponemos en ellas la cultura a la que pertenecemos, los gustos, las pasiones, lo significativo para cada uno de nosotros. Estamos mirando a través del lente el mundo que nos rodea, de manera que no se nos queda atrás ni el más mínimo detalle, generando en nuestras mentes un álbum infinito que es materializado a través del software de un computador ya sea en millones de carpetas con archivos categorizados, o publicadas en la web en sitios especializados de fotografía o ya sea en una red social. De esta manera estamos creando por medio de infinitas imágenes la historia de nuestras vidas, dejando memoria de nuestra existencia, creando una memoria visual.
Por consiguiente la fotografía ha sido una herramienta que nos ha sido útil para hacer memoria pero a su vez para transmitirla. Pues bien la influencia de las fotografías en nuestras vidas es más que evidente, no únicamente como una forma de exponer nuestra intimidad y privacidad ante el ojo público, si no que en nuestras manos está el encuadre de la imagen y de esta manera, las fotografías pueden llegar a ser influenciadores de la opinión pública, estas se convierte en si en discursos visuales a través de la imagen.
La manipulación del tiempo siempre ha sido un desafío para el hombre y al ser nosotros portadores de dispositivos que pueden detener el tiempo en una simple imagen, nos otorga un gran potencial en creadores de información y más que eso, nos da la sensación de tener “ juventud eterna”, resguardada en una imagen que perdurara a través del tiempo. En un momento instantáneo pero perdurable. La fotografía podría definirse como los vestigios del ayer, el pasado instantáneo acabado de vivir, ya que cada fotografía tomada es parte de nuestro pasado. Cada una de nuestras fotografías lleva diferentes discursos visuales que generan diferentes percepciones según la persona que las visualice.
"La fotografía, como medio de gran alcance de la expresión y de comunicaciones, ofrece una variedad infinita de opiniones, de interpretaciones y de ejecuciones." Ansel Adams.
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